domingo, 13 de agosto de 2017

Dos artículos sobre Manel Casanova. El segundo, de @MSDoblasi


Dejo aquí el segundo artículo, publicado por @MSDoblasi en @elmalaguismo el 12 de agosto

http://www.malaguismo.com/2017/08/12/la-biznaga-plata/





Viendo el título de mi artículo, cualquiera podría pensar que voy a hablar de nuestro festival de cine. No es el caso, pero si podría decir que voy a contar una historia de película y que su protagonista sin ser actor, para mí es un gran artista.

Hoy quiero hablar de Manel Casanova. El apodado como padre de la cantera espanyolista, y ¿por qué no?, padre o quizás por la edad en la que gozamos de él, abuelo de nuestra Academia. Sobre el bueno de Manel, los que lo conocían, siempre destacaban su humildad, humanidad y buen hacer en su trabajo. Una persona que le gustaba vivir el club desde dentro, escuchando e interesándose por lo que se decía en los mentideros de la ciudad.

A pesar de ello, quizás tuvo que sufrir en sus carnes lo que es capaz de hacer la máquina demoledora del malaguismo, que a veces sin saber porqué, quieren llevarse todo lo bueno por delante, injustas críticas que no hacen falta ni mencionar pero que no deberíamos olvidar para aprender de ellas. Después de su fallecimiento pude ver como un fiel amigo suyo, Raúl, dedicaba unas bonitas palabras a un grupo de personas.

“La biznaga que le regalamos estaba junto a Manel y varias fotos suyas en el entierro. No sabéis lo importante que fue para él este regalo”.

Aquello me hizo pensar e indagar en el tema, busqué a Raúl para que me contase que había acerca de esta maravillosa historia.  La idea surge de la primera visita que le hizo su amigo a su casa “Manel me enseñó todas sus fotos, artículos de periódico, trofeos, placas de reconocimiento. Pero ninguna de Málaga ni del Málaga“. Imagino que por la cabeza de Raúl pasó el pensamiento de que eso no podía quedar así, más sabiendo el amor que sentía Casanova por la ciudad “No te imaginas como hablaba de Málaga y del Málaga. Absolutamente un malagueño más y más malaguista que ninguno te lo aseguro”.
Manel enfermó y Raúl aprovechando que iba a visitarlo, propuso a este grupo de admiradores hacerle entrega de un detalle, la reacción por parte de ellos no se hizo de esperar y decidieron adquirir un obsequio representativo de la ciudad: una biznaga de plata. Antes de emprender el rumbo hacia la ciudad condal, Raúl ya le anticipó que le llevaba algo que le iba hacer llorar “efectivamente cuando se lo di, se derrumbó y lloro como un niño”.

“Él lo recibió como el reconocimiento más hermoso que le habían hecho nunca” me contaba su amigo malagueño bastante apenado, resaltándome que eso lo dijo una persona con el honor de tener una puerta de un estadio a su nombre. Su familia era consciente de lo importante que era para él aquel recuerdo y decidieron que estuviera con él hasta el final, en su entierro, colocando la biznaga junto a su cuerpo más dos fotos, una de cuando era futbolistas y otra de Manel en la Rosaleda.

Pude hablar con algunas de aquellas personas que decidieron regalarle uno de los símbolos de Málaga en señal de admiración a su trabajo. Me resultó extraño, a excepción de un par de señores, que ninguno lo conociera personalmente, pero era tal la admiración que sentían hacia el catalán que tenían que demostrárselo de alguna forma. “Gente muy variopinta coincidimos en algo fundamental, reconocimos el trabajo de alguien excepcional que lo estaba pasando muy mal, pero que en espíritu estaba TODO EL MALAGUISMO EN MASA SIN EXCEPCIÓN” me contaba uno de los partícipes de la iniciativa. Gente que ama la cantera malagueña y hacen como suyos esos niños que ahora salen del club y les dejan sensación de vacío. Todos ellos merecían que se supiera esta historia.

Unos días después de su muerte, aquella biznaga que lo acompañó hasta el fin de sus días se mantiene en un lugar honorífico en su casa, donde su mujer a buen recaudo, la cuida junto a todos sus mayores recuerdos de profesional.
Aquella biznaga resultó ser para Manel un sustento en el que agarrarse en eso días duros en los que su salud fallaba y le daba fuerzas para volver a hacer lo que más le gustaba.

El Málaga necesita profesionales como Manel Casanova, con capacidad y alma.

#AcademiaMCasanova