http://www.diariosur.es/20120521/local/malaga/larga-vida-jeque-201205211738.html
Larga vida al jeque
Es habitual encontrar en revistas
especializadas análisis de los estados financieros del Real Madrid o el
Barcelona. Ahora que somos tan europeos como ellos voy a intentar hacer aquí el
mismo ejercicio. Conocer las grandes
cifras de las empresas que nos interesan pienso que es atractivo porque siempre
es bueno estar al día y entender mejor el mundo que nos rodea.
Los estados financieros más relevantes son el
balance y la cuenta de resultados. La fuente de los estados financieros es la
contabilidad. La contabilidad utiliza el sistema de partida doble, que
significa básicamente que cada hecho económico se refleja en dos cuentas
diferentes. Conforme vayan leyendo intenten hacer ese ejercicio de “partida doble”
e irán entendiendo las grandes cifras del Málaga. No se desanimen, esto es sentido común, por
ejemplo: si “compro” o bien pago con mi “caja” o bien pago más adelante y
entonces tengo una “deuda”.
Antes de empezar quiero anticipar mis
principales conclusiones: primera, que debemos valorar adecuadamente la gran
inversión realizada por el jeque Al-Thani y, segunda, dar las gracias por ello
porque difícilmente va a obtener beneficios en los próximos años.
Los datos se refieren a 30 de junio de 2011,
el balance refleja la foto a esa fecha, la cuenta de resultados los ingresos y
gastos durante toda la temporada 2010-11, la primera con los nuevos
propietarios.
Vamos a empezar por la cuenta de resultados.
Las ventas o cifra de negocio ascienden a 25,9
millones, de los cuales 14,8 (el 56%) corresponde a derechos televisivos y
6,9 (el 26%) a abonos. Los abonados
aportamos todo nuestro apoyo en los partidos y pedimos implicación a los
jugadores, pero en términos económicos poco podríamos exigir.
La partida más importante de la cuenta de
resultados es gastos de personal, que incluye a jugadores y al resto de empleados. El importe asciende a 47,7 millones. Aquí tenemos que detenernos y reflexionar un
poco. Los ingresos normales del club son 25,9 millones y sólo en personal gasta
47,7 millones, ¡21,8 millones de diferencia!.
Estamos leyendo estos días que
participar en Champions supone 20 millones de ingresos por televisión. Pues ni
con esos ingresos se podría pagar a la plantilla de la temporada pasada.
Con una plantilla “champions” las necesidades de dinero podemos suponer que
serán mayores.
Este dato de que los clubs de futbol pagan
más a sus futbolistas de lo que son capaces de ingresar, aunque parece habitual
en España, no tiene lógica. En el caso del Málaga C.F. ya nos llevó a la
desaparición, primero, y al concurso de acreedores hace pocos años.
Antes de seguir adelante otro apunte teórico
de contabilidad. Si se vende a un futbolista el ingreso obtenido no se incluye
en “cifra de negocios” porque no es una venta por la actividad “normal” de la
empresa. En estos casos se contabiliza sólo el beneficio obtenido (no todo el
ingreso) y además en una partida de resultados extraordinarios. En resumen, si
vendo por 30 lo que me costó 20 el beneficio es 10. Es un beneficio
extraordinario porque el club lo que vende son abonos, entradas, camisetas y
derechos televisivos; la actividad de un club de futbol no es vender jugadores.
Sumándole a los gastos de personal el resto
de gastos (amortizaciones de los fichajes, gastos de funcionamiento, etc.), la
perdida final de la sociedad anónima fue de 43,9 millones. Hacemos un alto y repetimos el dato: 43,9 millones.
¿Cuánto ha puesto
el jeque?. En
un comunicado del club de enero se afirmaba que la sociedad ya había recibido
más de 120 millones. A esto habría que sumar los 20 millones que se recibieron
en abril para atender pagos pendientes por los cuales estábamos saliendo en los
periódicos. Volvamos a las cuentas oficiales. Ahora nos tenemos que ir al
balance a 30 de junio.
Para empezar, lo primero que llama la
atención es que el patrimonio neto es negativo en 43,1 millones. En una palabra fácil de entender: quiebra. Por
esta razón en la junta de accionistas de diciembre se autoriza una ampliación
de capital de 83 millones. ¿Qué es un patrimonio neto negativo? Pues que todo
el activo del Málaga (todos sus bienes y derechos) vale 70,7 millones y que
este activo es inferior a todas las deudas, que suman 113,9 millones. La
tranquilidad aparece porque la mayor parte de esas deudas son con el
propietario y, por tanto, se sustituye deuda por capital. Estamos hablando de
la misma cantidad de dinero, pero jurídicamente no es lo mismo que ese dinero
sea propiedad del club y no una deuda con un tercero.
Para estimar cuanto ha puesto el jeque, a la
mencionada ampliación de 83 millones habría que sumar otra ampliación anterior
de 20 millones. A estos 103 millones hay
que sumar los fichajes realizados después del 30 de junio, principalmente
Cazorla y Joaquín, que se produjeron después de esa fecha.
La principal conclusión de este análisis es
que con la ampliación de capital de 83 millones de diciembre se puso el
contador “a cero”. Quiere esto decir que probablemente esta temporada que acaba
de terminar el club habrá tenido otros 40 o 50 millones de pérdidas (¡con que
facilidad hablamos de 10 millones!) y que nuevamente tendrá que acudir el jeque
en su ayuda. Dentro de unos meses estaremos hablando, por tanto, de una
inversión total de 200 millones, o más con los nuevos fichajes. ¡Una locura de
dinero en los tiempos de corren!. Y, en mi opinión, sin que en Málaga se le dé
la importancia que tiene. Al revés, si podemos, ponemos trabas al proyecto de
ciudad deportiva. O decimos alegremente algo así como que ya tendrá el jeque
beneficios por otros lados. ¿Qué empresas ganan más de 200 millones al año?
Porque El Corte Inglés, gran empresa española, por ejemplo, ganó 319 millones
en 2011. Y otra comparación, hace unos días SUR avisaba de que el Metro de
Málaga necesita 70 millones para poder abrir en 2013.
En resumen, cuando el club y la prensa dicen
que el jeque ya ha puesto 150 millones, las cuentas cuadran. El autentico
problema es que cada año podríamos necesitar entre 50 millones (sin fichajes) y
100 millones (si fichamos). Por tanto, ¡larga vida al jeque! y ¡gracias, muchas
gracias!