domingo, 8 de septiembre de 2019

Una opinión sobre el Málaga C.F.



Estoy convencido, es solo una opinión, que la Málaga oficial ha decidido el hundimiento del Málaga. Todo vale para echar como sea al presidente. No importa si eso conlleva la desaparición.


Ahora mismo, el ambiente creado de acoso y derribo solo conduce a eso. Voluntaria o involuntariamente.


Desde luego es solo una opinión, pero opinión formada por nuestra experiencia malaguista e incluso por la historia en otros ámbitos. Personalmente comparo nuestro entorno destructivo al de esos países que sucumbieron a discursos populistas  y acabaron atrapados en la miseria. Mejor las emociones fuertes que el aburrimiento de la responsabilidad. Mejor las revoluciones que los países nórdicos.


Se ha escrito que hay que echar al Málaga de La Rosaleda, se han contado sueños de empezar de cero, se insiste en un supuesto ridículo mundial, desde hace años leemos y oímos auténticas barbaridades sobre el club e insultos al presidente. Llevamos años así. Años.


Puede parecer una teoría conspiranoica, pero tan  conspiranoica como decir que el jeque está dejando morir al Málaga o que el jeque disfruta con las derrotas.


Los datos económicos del Málaga me han permitido defender al club desde 2012 frente a todos los agoreros que año tras año han ido anunciando su desaparición.


Sobrevivimos a ventas casi fraudulentas para el club a fondos de inversión. Incluso Husillos y Arnau, Arnau y Husillos se permitieron el lujo de tirar a la basura más de 20 millones de euros en vez de destinar ese dinero a reducir deuda.


Sin ir más lejos, este mismo verano, a pesar de todas las mentiras soltadas desde no sé dónde pero desde luego leídas en la prensa, tampoco hemos desaparecido el 30 de julio.


Es irracional señalar solo al jeque de todos los errores.  Hemos tenido y tenemos buenos, muy buenos, malos y muy malos profesionales. Es lo que defiendo. Y esto no  implica defender  al jeque. No tengo  ningún interés en ello. Es más, llegados a este punto, creo que debe vender porque ya su reputación es irrecuperable.


Pero el futuro no está escrito. Cualquier empresario medio listo puede darle la vuelta a la situación  y corregir el rumbo del Málaga. Desde luego el presidente ha demostrado no ser ni empresario ni medio listo. Pero en estos momentos todo puede pasar. Ojalá salgamos adelante.


Por todo ello me voy a tomar una vacaciones tuiteras en lo que respecta al Málaga, no merece la pena estar tan expuesto al linchamiento solo por tener unas opiniones propias. Así que gracias por anticipado a los RT y silencio frente a las discrepancias.