jueves, 29 de agosto de 2019

Seis reglas para un buen informe


Ordenando papeles en casa me he encontrado con esta nota preparada hace algunos años. La dejo por aquí.



SEIS REGLAS PARA UN BUEN INFORME


1. Sea un analista, no un redactor de textos publicitarios


Lo importante son los puntos fuertes y débiles de la empresa y de qué manera pueden afectar al asunto tratado. Por ejemplo, al riesgo de reembolso si se está analizando la concesión de un préstamo.


2. Haga que las cifras hablen por si mismas


Evite presentar demasiadas cifras absolutas. Utilice porcentajes (sobre totales, de variaciones anuales, etc.). Presente las cifras con el menor número de dígitos posible en función de su importancia.


3. Use términos corrientes siempre que sea posible. Y concretos mejor que abstractos.


4. Suprimir las palabras innecesarias


Un informe no será mejor porque tenga más páginas. Es la calidad del razonamiento lo que interesa, pero es mucho más difícil escribir un análisis corto que uno largo, ya que para seleccionar se necesita aplicar criterios.


“Se ruega a los pasajeros que vayan a tomar el tren que antes de subir dejen salir a los pasajeros que llegan. Muchas gracias por su colaboración”. Es mejor: “Por favor, antes de entrar dejen salir, gracias”.


5. Presente al principio el resumen y las conclusiones


No olvide que el lector desea conocer su opinión.


6. Siga un formato prediseñado y estructurado


Un buen informe sigue un esquema claro, centra su atención en el asunto a tratar y no se limita a hacer una descripción general. Sitúa a la empresa dentro del contexto del sector a que pertenece. Identifica las tendencias del mercado y las tendencias de la situación financiera de la empresa. En resumen, constituye una base sólida en la que tomar decisiones.



martes, 27 de agosto de 2019

Hablemos claro sobre el comercio mundial y otras cuestiones. Dani Rodrik

Si en la entrada anterior me refería a un "clásico" hoy quiero dejar aquí otra recomendación, esta vez sobre un libro muy reciente (noviembre 2018) y de rabiosa actualidad a la vista de los acontecimientos. Creo que puede ser un buen complemento despues leer Los filósofos terrenales.



En una de las solapas del libro se puede leer la siguiente reseña: "Rodrik analiza las políticas como un economista y analiza la economía como un filósofo".

En la Introducción Rodrik escribe:

Este libro es un intento de poner las cosas en su sitio, y no solo en lo que respecta al comercio, como cabría suponer, sino también sobre diversos ambitos en los cuales los economistas podrían haber aportado un debate más equilibrado y fundamentado. Aunque el comercio es un aspecto central de dichos ámbitos, y en gran medida emblemático de lo que ha sucedido en todos ellos, se pueden observar los mismos fracasos en los debates políticos sobre la globalización financiera, la zona euro o las estrategias de desarrollo económico.

Este libro reune gran parte de mi trabajo divulgativo y no técnico sobre la globalización, el crecimiento, la democracia, la política y las ciencias económicas."

Hasta ahora se habían publicado otros dos libros de Rodrik en España: Las leyes de la economía (2016) y La paradoja de la globalización (2017).


Entre otras razones, Rodrik es conocido por su "trilema": "es imposible tener al mismo tiempo hiperglobalización, democracia y soberanía nacional; como máximo podemos tener dos de los tres".

Dejo el índice de capítulos porque verán que es atractivo:

  1.  Un mejor equilibrio
  2.  Cómo funcionan las naciones
  3.  Los aprietos de Europa
  4.  Trabajo, industrialización y democracia
  5.  Los economistas y sus modelos
  6.  Los peligros del consenso económico
  7.  Economistas, políticos e ideas
  8.  La economía como innovación política
  9.  Lo que no funcionará
10.  Nuevas reglas para la economía global
11.  Políticas de crecimiento para el futuro
12.  ¡Es la política, estúpido!


lunes, 26 de agosto de 2019

Vida y doctrina de los grandes economistas

En el Congreso de Educación Financiera, organizado por Edufinet y celebrado en noviembre del año pasado, me sorprendió mucho que se citara un libro que recordaba tener en casa desde hace muchos años.

El libro fue publicado por Ediciones Orbis en 1985 en el contexto de una magnífica biblioteca y encipledia por fascículos de Economía.



He terminado de leer el libro hace unos días y lo primero que he pensado ha sido: qué pena que lo he leído 30 años tarde.

Está muy bien escrito y por ello se lee muy fácilmente. Le puede gustar, además de a los economistas, a los amantes de la historia e incluso de la literatura en general. Nos va contando la vida e ideas de los grandes economistas, situándolos en sus contextos históricos, comparando el pensamiento y nuevas  las aportaciones de cada uno con sus predecesores, de tal forma que tenemos una muy entretenida  explicación de la evolución del pensamiento económico.

La última edición del libro (la séptima) se publicó en España en 2015. El prefacio está fechado en julio de 1998. El texto está actualizado y, de hecho, se menciona en el último capítuo a un manual de Economía que se estudia en universidades de todo el mundo y que podemos ver cuando vamos a librerías y grandes almacenes a ver libros: Principios de Economía, de Mankiw.



Adam Smith, Malthus, Ricardo, los socialistas utópicos, Marx, Hobson,  Marshall, Veblen, Keynes, Schumpeter... son nombres que nos suenan o ya conocemos. Con este libro nos podemos hacer amigos suyos.

Termino con una frase del último párrafo del libro: "La economía no podría guiar por sí sola a un pais que careciera de liderazgo vital, pero este liderazgo no tendría orientaciones claras sin la inspiración de una autodefinición cultivada y amplia de la economía".

  

domingo, 25 de agosto de 2019

El hombre del martillo

"Un hombre que solo tiene un martillo y solo conoce esta herramienta tratará de resolver cualquier problema que se le presente de la misma forma.

Se pondrá a clavar tornillos en la madera, intentará igualar a golpes la superficie de una tabla y, de vez en cuando, remachará algún clavo.

Lo más probable es que no esté del todo satisfecho con su martillo, pero, como no conoce ninguna otra herramienta, ni siquiera será consciente de su lamentable situación.

Así que sigue haciendo las cosas de la misma manera de siempre y se enfrenta a cualquier problema desde la perspectiva del martillo.

Un buen martillo lo resuelve todo."


Acabo de leer este párrafo en el libro Ulises y la comadreja.

Se refiere al problema que tienen los economistas que se aferran a un modelo matemático para intentar explicar y predecir la realidad económica.




P.D. Si me permiten aplicar esta historia a mi entorno más cercano, pienso en el malaguismo. La mayoría tiene su martillo: "la culpa es del jeque".  Con esta coletilla lo arreglan todo.