Quiero dejar aquí estas tres entradas del blog de Jose Luis Ferreira (@JL_Ferr) “Todo lo que sea verdad”
Me parecen tres artículos muy interesantes. Seguro que cada uno de nosotros tenemos conversaciones muy parecidas sobre estos y otros asuntos. Por respeto al autor (para no interferir en su creación intelectual) me guardo mis ejemplos y mis puntos de vista personales. Sí he resaltado en negritas rojas algunas frases (lo cual no deja de ser una expresión de opinión propia)
Matar una discusión (1). A mí me gusta así. 27-oct-2014
No descubriré nada nuevo al lector si digo que he tenido muchas discusiones en muchos foros: listas de correo, blogs, mesas redondas, barras de bar,… A menudo ocurre que alguna de las partes mete un argumento (por decir algo) que supone, en efecto, el fin de la discusión. Y lo es no porque no se pueda seguir hablando, sino porque evidencia una manera de poner las cosas en las que se renuncia a unas reglas que se deben mantener en cualquier buen debate. Cuando en la conversación hay más gente oyendo o leyendo, suelo dejarla en ese punto. Creo que es suficiente para que quienes han seguido la discusión se den cuenta de qué argumentos son válidos y cuáles no. Seguir la conversación no añadirá nada positivo: no convencerá al interlocutor y lo que pudiera servir de aclaración por mi parte se mezclará con la sensación de estar llevando la conversación por descalificaciones que no vienen al caso. Pondré algún ejemplo aquí, al que espero añadir alguno más en entradas posteriores. Diré el pecado, pero no el pecador.
En este primer ejemplo hablábamos de bancos públicos y privados y en particular de la nacionalización y posterior privatización en casos como Bankia. Copio literalmente extractos de la discusión:
Interlocutor: Cualquier cosa que haga una empresa privada la puede hacer una pública. Si además tiene trato preferente lo será más.
Yo: Lo de que cualquier cosa que haga una empresa privada lo puede hacer una pública (y viceversa) es cuestionable.
Interlocutor: Es ideológico.
Yo: Si hablas de posibilidades físicas, desde luego, pero en Economía importan mucho los incentivos para tomar las decisiones rentables. La gracia de un buen diseño del sistema económico es alinear los incentivos individuales con los sociales. La clave es cómo se hace mejor esto. No es automático que lo haga mejor ni una ni otra ni ambas igual. Habrá que estudiar cada caso y de qué manera, con datos y con buenos modelos explicativos.
Interlocutor: No te puedo dar modelos explicativos, pero te puedo asegurar que la banca privada no chuta y es perjudicial para el bien común.
Yo: Las cosas funcionan o no porque funcionan o no, y de esto podemos buscar evidencias y dar razón a unos o a otros. Las cosas no funcionan por ideología. La banca privada ha funcionado bien en algunas circunstancias (ha permitido realizar muchísimas inversiones y compras a miles de millones de seres humanos) y mal en otras (ponme aquí todas las que se te ocurran). Decir que es perjudicial así, en absoluto, es una afirmación sin sentido hasta que no se la compara con alguna alternativa. ¿Qué experiencias de bancas nacionalizadas que funcionen mejor tenemos? ¿Qué evidencias de que ahora podamos hacerlo mejor? Yo no me opongo ideológicamente a ella, pero quiero evidencias.
Interlocutor: Prefiero la pública.
¿Hay algo que pueda mejorar el parar la discusión aquí y el dejar patente la falta de argumentos del interlocutor sin ser ofensivo? Sé que es muy tentador querer hacerlo, tener la última palabra y todo eso. En mi experiencia (que puede ser mala y sesgada), consigo mejores resultados de esta manera.
Matar una discusión (2). Comparo lo que me da la gana. 19-nov-2014
En marzo del pasado año publiqué
una entrada en torno a unas propuestas sobre ciencia en Izquierda Unida. Señalaba que eran una iniciativas positivas, pero que una de ellas contenía varias frases que chirriaban, y que hacían hincapié en el uso de la ciencia y la tecnología al servicio de su proyecto político. Discutí sobre eso no solo en el blog, sino en otros foros, de donde saco la manera de matar una discusión de uno de mis contertulios, que mantendré en el anonimato.
-Yo: “En la propuesta de IU cambiemos IU por Partido Conservador (o cualquier otro), así como el intercambio de los papeles privado/público y quedaría así (reproduzco solo los puntos objeto de debate):
- Explorar las ventajas que aportan la ciencia y la tecnología al proyecto conservador de Partido Conservador en sanidad, educación, agricultura, cooperación internacional, desarrollo sostenible, energía, industria, relaciones pacíficas entre los Estados, comercio justo, participación ciudadana…
- Denunciar el dirigismo estatal de la ciencia y luchar por su descentralización en la iniciativa privada para el avance científico de toda la sociedad.
- Elaborar textos y propuestas sobre ciencia y tecnología y sus aplicaciones en el proyecto conservador de Partido Conservador para su inclusión en los programas electorales.
Hubiera sido mucho mejor si la propuesta simplemente dijera que Izquierda Unida promoverá la difusión de la ciencia y que solo tendrá en cuenta propuestas políticas que no entren en contradicción con el conocimiento científico y sus aplicaciones (medicina, agricultura, telecomunicaciones,…). En lugar de eso se hace excesivo hincapié en el uso de la ciencia y la tecnología al servicio de un proyecto político. En principio podría ser lo mismo, pero no me lo parece. Si a alguien no se lo parece, ¿por qué chirrían los puntos anteriores si sustituimos Izquierda Unida y su proyecto por otro?
-Interlocutor: Muy sencillo: porque aunque te empeñaras en ello, socialismo y conservadurismo (o liberalismo) no son opciones iguales ni simétricas, ni siquiera igualmente aceptables desde un punto de vista racional. Y esto es así porque el proyecto socialista de unos pocos pretende favorecer a todos (aunque pueda no estar bien diseñado o pensado), mientras que el proyecto conservador de unos pocos pretende favorecer a un grupo pequeño y ya favorecido de antemano, si bien pretendiendo que favorece a todos (¡es decir, partiendo de un engaño de base!). Así que una frase que incluya el sintagma “proyecto socialista” y que parezca aceptable a una mayoría informada muy probablemente dejará de parecerle aceptable si esta es sustituida por el sintagma “proyecto conservador”.
-Yo: La utopía socialista, como la conservadora, puede estar llena de buenas intenciones. El proyecto, las políticas que se proponen para llevarla a cabo son otra cosa. A menudo hacen lo contrario de lo que quieren. ¿Dónde está establecido que las políticas de determinado proyecto socialista (porque haber, hay muchos más que uno) es lo más racional? ¿Qué evidencias empíricas o teóricas tienes de que su proyecto funcionará mejor que cualquier otro gobierno? Por supuesto, diré lo mismo de cualquier otro intento de decir que tal otro partido (PP, PSOE, UPyD, CiU, PNV, ER, BNB,…) tienen también el proyecto más racional así, en general. Y por eso es, sin más detalle, pura apreciación ideológica, que se escapa de lo que buenamente podemos hacer como escépticos. Podemos criticar una determinada propuesta si se basa en mala ciencia o es contraria a la buena ciencia. También podremos criticar la corrupción y los latrocinios varios, claro.
-Interlocutor: Esa mayor está negada en el texto al que respondes (¡!). Pero claro, si te saltas lo importante, evitas tener que modificar tu argumento. Repito, por si alguien le interesa: [...] el proyecto socialista de unos pocos pretende favorecer a todos (aunque pueda no estar bien diseñado o pensado), mientras que el proyecto conservador de unos pocos pretende favorecer a un grupo pequeño y ya favorecido de antemano, si bien pretendiendo que favorece a todos (¡es decir, partiendo de un engaño de base!). Por supuesto, siempre que te saltes a tu conveniencia la explicación racional y sigas aplicando una oportuna simetría, lo que te quedará es la tranquilidad de poder elegir lo que quieras, puesto que para ti todo será ideología indistinguible. Yo prefiero no autoengañarme para mantener mis creencias.
A partir de aquí decidí no continuar. ¿Qué más se puede añadir? Yo propongo comparar cosas comparables: lo que dice un partido frente a lo que dice otro, la utopía de un partido frente a la utopía de otro, o lo que hace un partido frente a lo que hace otro. Mi contertulio propone comparar la utopía de un partido frente a lo que él cree que hará otro y tacha mis comparaciones de oportuna simetría. Yo estimo que todos los que asisten al debate con mente abierta se habrán dado cuenta de la falta de rigor de mi contertulio y eso es lo que importa. Para los obcecados ideológicamente no hay mucho más que decir, que no está en mi ánimo convertir a nadie.
Matar una discusión (3). No cuestiono aquello con lo que estoy de acuerdo. 19-dic-14
En una ocasión de tantas en que converso sobre si la Economía es una ciencia e incluye proposiciones objetivables o si (casi) todo en ella es ideología, mi interlocutor, que tiraba más bien por esto último, me saca como prueba un artículo periodístico. La discusión siguió así:
-Interlocutor: Joer, acabo de leer un artículo de Jordi Muixí Rosset, que no sé si será tachado de magufo igual que Vincent Navarro, pero que le viene al pelo a esta discusión: http://elpais.com/elpais/2012/03/02/opinion/1330696540_144641.html
-Yo: Me encanta el espíritu crítico con el que se aceptan o rechazan las cosas. Lo que no sé es qué tiene que ver todo esto con la conversación sobre si la Economía es una ciencia.
-Interlocutor:¿No sabes qué tiene que ver? ¿No iniciaste tú un debate acerca de si se podía considerar ciencia a la Economía? Pues mira por donde, en el artículo dice literalmente:
“De lo mucho que se ha hablado hasta ahora de la crisis económica hay dos aspectos que resultan sorprendentes: el tratamiento de la economía como una ciencia pura que no admite discrepancias y su carácter aséptico, desvinculado de cualquier ideología.”
Que viene a coincidir bastante con lo que tú defiendes en ese debate. Supongo que el que ha escrito el artículo también es un magufo, aunque dice en él verdades como catedrales de grandes. Pero nada, tú sigue intentando convencernos del tratamiento de la economía como una ciencia pura que no admite discrepancias, de su carácter aséptico y desvinculado de cualquier ideología.
-Yo: Lo que veo es que estás aceptando acríticamente cada frase del texto. Y no, yo no he dicho en ningún lugar que no haya discrepancias. He dicho que hay consensos en unas cuantas cosas, y que están basados en el mejor hacer científico, desde gente de izquierdas (Roemer, Krugman,..) hasta gente de derechas (Mankiw, Friedman,…). Fuera del consenso hay discrepancias, algunas académicas, otras, ideológicas. Posiciones contrarias a ese consenso no están basadas en nada. Esas son las que he denunciado de Navarro. Ahora tú entiende lo que quieras.
-Interlocutor: Eso de que lo acepto acríticamente, ¿lo intuyes o tienes constatación experimental y científica de ello?
-Yo: Constato que lo has difundido como relevante sin criticarlo.
-Interlocutor: En cuanto a lo de criticar el artículo… ¿por qué tengo que criticar algo con lo que estoy plenamente de acuerdo?
Este es el punto en que la discusión está muerta. Me dieron ganas de contestar “porque el que tú estés de acuerdo con algo no es el criterio por el que se validan las afirmaciones” o algo por el estilo. Normalmente dejaría aquí la conversación, con esa pregunta antiescéptica resonando en los oídos de todos los que nos estuvieran oyendo y que sabrían entender esto tan sencillo sin que lo tuviera que hacer explícito. En lugar de eso añadí esto, que más suave:
-Yo: No tienes que hacerlo si no quieres, pero se esperarían razones para sostener cada una de las afirmaciones. Tú verás con lo que quieres estar de acuerdo. Pensaba que éramos escépticos.
Tampoco que importara. La conversación no siguió. Ya estaba muerta.
Estos son los enlaces:
http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2014/10/matar-una-discusion-1-mi-me-gusta-asi.html
http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2014/11/como-matar-un-argumento-2-comparo-lo.html
http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2014/12/matar-una-discusion-3-no-cuestiono.html
Jose Luis Ferreira es autor de este librito que recomiendo a todos mis amigos. Lo de librito es para no asustar: es pequeño de tamaño, fácil de leer y, como pueden suponer después de leer estas entradas, muy interesante e instructivo