Dejo aquí este artículo escrito por Ivan Trujillo @ivanmcf1904, editor del podcast Finbol @_finbol.
Encantado de tenerlo por aquí. Ivan es muy joven y está empezando pero profesionalmente llegará lejos gracias a su afán y ganas de aprender.
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LA SUPERLIGA CON SUS PROS Y CONTRAS
Desde que se anunció la creación de una nueva competición
europea formulada por los grandes de España, Inglaterra e Italia, el fútbol ha
estado más en boca que en mucho tiempo, tal vez a niveles de aquella época
gloriosa de la Selección Española, y no es para menos, ya que, más allá de lo
que significaría esta competición, que vamos a analizar desde una perspectiva
económica, ha habido una campaña, tanto en contra como a favor a niveles de
elecciones electorales para elegir un gobierno de una nación.
Por un lado, los defensores de la Superliga, muchos de ellos
fans de los clubes fundadores (a excepción de los ingleses), y otros que opinan
que las actuales competiciones están manchadas de sangre y esta es la mejor
oportunidad para dar el golpe de gracia a los numerosos casos de corrupción en
la UEFA y la FIFA.
Al lado contrario estaban, como así se ha visto, una gran
mayoría de fans del deporte rey, muy representados por los fans ingleses que
fueron a los estadios de sus respectivos clubes (los fundadores de la
Superliga) a protestar sobre esta competición, por su forma de querer ser una
Euroliga (máxima competición europea de baloncesto), en la que la gran mayoría
de clubes son fijos y sólo unos pocos entran como invitados.
El diagnóstico que hacen los clubes fundadores sobre el
fútbol actual es la injusticia que perciben por los repartos que imperan en
Europa de los derechos televisivos, el gran ingreso de las arcas del fútbol, y
la gota que ha colmado el vaso ha sido la pandemia del COVID-19, ya que en estos
grandes clubes, generalmente, los derechos de televisión no son el principal
ingreso, sino los comerciales (patrocinios principalmente), y estos han caído
mucho más que los primeros, por lo cual el golpe sobre las cuentas de pérdidas
y ganancias de éstos ha sido abismal, y el mejor ejemplo lo podemos encontrar
en el FC Barcelona, con un resultado en negativo de 97 millones de euros, y es
que en la presente temporada 2020/21, se esperan resultados aún peores en los
grandes clubes, ya que otro de los grandes ingresos, conocido como el Matchday
(abonos y entradas), será con casi toda seguridad nulo, a excepción de aquellos
clubes que hayan ofertado abonos con precio reducido para acudir, si fuera
posible, al estadio, aunque hoy día parece casi imposible.
Si nos fijamos en las cuentas de pérdidas y ganancias de los
clubes fundadores, se aprecia perfectamente como les ha golpeado la pandemia, y
denuncian la situación análoga en el caso de los pequeños, como vemos en
España, donde el RCD Mallorca, un recién ascendido a Primera División, ha sido
el líder de la categoría en beneficios, con una cifra de 17 millones de euros.
Todos estos datos los ha repetido hasta la saciedad el
presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, además de otros aspectos, como
los conocidos casos de corrupción en la UEFA y FIFA, la poca transparencia de
estos organismos, que si los grandes clubes pierden, al ser los más seguidos
del mundo está perdiendo todo el fútbol, entre otros argumentos del empresario,
que se erigió como presidente de esta nueva competición.
El punto crucial de la polémica ha sido el modelo de
competición, ya mencionado antes, lo que ha propiciado el disgusto generalizado
de los fans más pasionales del fútbol, en Europa, básicamente, hasta tal punto
que a los dos días de anunciarse la creación de la Superliga, empezaron los ingleses
a retirarse de la misma, y posteriormente los italianos, y finalmente sólo
quedaron los dos grandes españoles.
Ahora deberíamos hacernos unas preguntas, ¿realmente está el
fútbol en peligro porque los grandes tienen menos ingresos? ¿se está siendo injusto
con los grandes por tal de conseguir tal igualdad hasta tal punto que los
colosos están en una mala situación?
Si nos fijamos en España, la situación de los ingresos
televisivos, antes del Real Decreto-ley 5/2015 por el que LaLiga comenzaba a
recaudar todos los derechos televisivos de la competición (Primera y Segunda
División), y los reparte en función de unos criterios, la situación en España
era anómalo entre las 5 grandes ligas. Sólo el Barça y el Madrid se embolsaban
entre los dos el 40 % de estos ingresos, mientras que en las otras ligas, el
líder no llegaba al 10%. El cambio de tendencia debido a la centralización de
los derechos televisivos por parte de LaLiga no sólo ha beneficiado a los
pequeños, sino a toda la competición, dotándola de mayor poder económico, sin
que los dos grandes hayan visto reducidos sus ingresos (en todo caso, con un
crecimiento más lento a lo largo de las temporadas).
Por tanto, mi opinión con respecto a la Superliga es en
desacuerdo absoluto por el formato de competición planteada, la cual
conllevaría al detrimento de las ligas nacionales, ya que muy probablemente
quede como una competición menor, como es hoy día la Copa del Rey en España.
En lo económico, mi opinión es que esto ha sido una guerra
entre dos bandos económicos muy poderosos. Por un lado, los grandes clubes
millonarios clásicos de Europa, y por otro, unas organizaciones corruptas, y
con presidentes de clubes que van más allá de buscar el beneficio económico
personal con su club, como es el caso de Al-Khelaïfi, dueño del PSG, de Bein
Sports, una de las principales televisiones del fútbol, y mano derecha de la
familia real catarí, que buscan más un blanqueamiento de la imagen del país
árabe que la buena marcha como tal del club parisino, y la prueba más palpable
es la elección de Qatar para el mundial de 2022, llena de misterio y ocultismo
por esta elección, que se celebrará en invierno debido al calor, lo cual no se
entiende una sede para un mundial así, y muchos obreros fallecidos por las
obras de los estadios, dejando los Derechos Humanos como papel mojado.
Esto quiere decir que, clubes como el PSG, gracias a sus
lazos con los grandes organismos, no tendrán esos estrictos controles del
conocido como Fair-Play financiero, y equipos como el Real Madrid, que si
cumple con dichos controles, se ha manifestado en numerosas ocasiones en contra
de estas actividades de favoritismo, y que han conllevado a una tremenda
inflación de los precios de traspasos de los grandes jugadores.
Como última pincelada sobre el tema, el diagnóstico en parte
es correcto, pero con una mala solución que, a medio y, sobre todo, a largo
plazo para todo el fútbol europeo, pero sin olvidar que los actuales gestores
están obrando de muy mala manera, con un mundial manchado de sangre y
corrupción, y lo que si es cierto es que el fútbol en general, con dirigentes
así, sí que está sufriendo, y sólo los aficionados podemos intentar revertir
esta situación, ya que somos los grandes consumidores de este producto llamado
fútbol, y por tanto, los que sostenemos este negocio.
¡VIVA EL FÚTBOL!
Iván Trujillo Infante
@ivanmcf1904