En la entrada anterior vimos que la estructura del balance de "los otros 18" clubs de primera división era esta:
El activo no corriente o inmovilizado será muy diferente si el club es propietario de su estadio (y otras instalaciones como ciudades deportivas) o no.
Lo que sea propiedad del club será inmovilizado material. Si el estadio y/o ciudad deportiva se utiliza gracias a una concesion, ese derecho de uso, que permite generar ingresos, se contabilizará (según valoración de experto independiente) como inmovilizado inmaterial.
Otra partida clave en el inmovilizado es la inversión realizada en fichajes, el inmovilizado intangible deportivo.
Los valores que aparecen en balance son "netos", es decir, el coste inicial menos la amortización acumulada del bien.
En el caso de los derechos de uso, su valor va disminuyendo conforme se acerca el final de la concesión. Al final del plazo el club deja de tener derecho a utilizar el estadio y el valor, por tanto, será cero.
En el caso de los jugadores, si se compra por 6 mill. con un contrato de 3 años, la amortización anual será de 2 mill. (3 x 2 = 6). El valor contable del jugador va cayendo (otra cosa será el valor de mercado en caso de venta, que podrá generar un beneficio o una pérdida si se produce la venta).
Esta es la estructura del inmovilizado de la Liga-18 y del Málaga:
Se observa como una parte considerable del activo del Málaga (el 23%) corresponde a fichajes realizados. Nos puede servir de consuelo que este porcentaje es parecido al del resto de equipos. Digo "consuelo" porque desde luego la política de fichajes del Málaga en los últimos años no ha sido afortunada. Solo la cantera (que no son jugadores fichados) nos ha dado alegrias deportivas y económicas.
En cuanto a instalaciones, la no propiedad del estadio se refleja en ese 7% que representan el resto de instalaciones (frente al 28% en el resto de equipos).
En la próxima entrada comentaremos algo de la deuda y del fondo de maniobra.
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