Cuando
no hay ingresos suficientes para pagar los gastos necesarios hay que sacar el
dinero de algún sitio. Y si no se puede sacar dinero de ningún sitio pues no se
puede pagar y, por tanto, tenemos esa deuda pendiente.
La
venta de jugadores debería destinarse a pagar los déficits anuales (diferencia
entre ingresos y gastos “ordinarios”), pero la evidencia nos dice que, excepto
en los últimos años, no ha sido así como
ahora veremos. Los datos nos dicen que los ingresos “extraordinarios” se han destinado
principalmente a fichar nuevos jugadores, no a reducir deuda.
En
el gráfico siguiente presentamos juntas a las perdidas amuladas por actividades
ordinarias y a la deuda total:
Excepto
en los últimos años, los ingresos “extraordinarios” se han destinado a fichar
nuevos jugadores y no a cubrir pérdidas, razón por la cual la deuda ha crecido
de forma muy similar a las pérdidas acumuladas por actividades ordinarias.
Los
datos son los siguientes: