martes, 20 de junio de 2023

Las fake news y la posverdad fueron inventadas por Martín Aguilar, Ruiz Guerra y la prensa que habla del @MalagaCF. Sobre la deuda del MCF y futbol español.

Lo siento pero cada vez que pienso en el Málaga me acuerdo de estos dos personajes. Cada vez que preparo algún cuadro con datos me acuerdo de la prensa cómplice que ha creado una autentica posverdad, alimentada desde dentro del club, que ha dañado gravemente la imagen del club en estos últimos diez años y, lo que es peor, nos han llevado de la parte alta de la Primera División a la nada en el futbol profesional. Tan listos como han sido siempre, ya desde 1992, ellos y su prensa cómplice, y lo inútiles y dañinos que han demostrado ser.

Cortijo, cortijo, cortijo.

Tengo ya 60 años y llevo TODA LA VIDA VIVIENDO LO MISMO Y VIENDO A LOS MISMOS. Panda de incompetentes que tiraron 140 millones a la basura con la anuencia de la prensa. ¿O era la prensa (estoy pensando en Sergio Cortes, el gran chamán e indiscutido e indiscutible gurú) la que tomaba las decisiones importantes?

Lo siento, ni olvido ni perdono. Cortijo.

¿Alguien se imagina a la prensa de Barcelona alimentando y anticipando TODOS LOS DÍAS la desaparición del club porque desde dentro trasladan esa idea? ¿Alguien se lo imagina con el Atlético de Madrid? ¿Y con el Valencia, o el Depor, o el Sevilla, Betis, Oviedo, Español o Real Sociedad en su momento?

¡Nadie! ¿Verdad?

Pues nada, aquí, como a la inmensa mayoría de periodistas, políticos, «intelectuales» y ciudadanos normales el Málaga les importa poco o nada, aquí llevamos anticipando la desaparición desde 2012. Es horroroso. En mi caso particular me parece especialmente asqueroso. Llevo años sintiendo algo muy parecido al asco leyendo a algunos periodistas y oyéndoles en las tertulias. Asco. Y podrían dar pena por su ignorancia, pero son tan prepotentes que al final, en mi caso, lo reconozco, me dan asco.

Lo peor de todo es que el Administrador Judicial (AJ) a los tres meses de su nombramiento ya estaba abducido por el cortijo. O igual fue una decisión voluntaria suya: me mimetizo con el cortijo (club y prensa) o aquí no tengo nada que hacer.

Y parece que seguimos empeorando: juraría que Kike Perez también vende ya del mismo discurso de culpar al jeque y no al cortijo en el que se ha metido.

El otro día se publicó una entrevista con el director deportivo (DD) que me ha ocupado ocho folios guardarla. El discurso y los argumentos del DD impecables. Algunas preguntas, naturalmente, llena de esa «ideología» que nos ha traído hasta aquí. Parece que no tenemos remedio. No tenemos ninguna capacidad para reconocer que nuestras ideas, nuestros dirigentes, nuestra prensa, no valen para el futbol profesional.

Todos los malaguistas (somos muy pocos, pero existimos) estamos esperando la nueva temporada. Pero queremos caras nuevas. No podemos seguir con Martín Aguilar y Ruiz Guerra. Pertenecen al siglo XX. Representan lo peor de la historia del Málaga. Han sido protagonistas de lo peor de la historia del Málaga. Pero ahí siguen dando «consejos». Y con la prensa llamando «presidente, presidente» a uno y poniendo la alfombra roja, micrófonos y cámaras al otro. Es asqueroso. Al menos para mi. «Esta es mi opinión, otra cosa es que no te guste».

Y hablando de opiniones, vamos a lo que me ha traído hoy hasta aquí.

En la última rueda de prensa el AJ repetía que él no iba a responder a opiniones, que él solo respondería a datos. Pero él bien que ha repetido su «opinión» (sí, él también) de que el Málaga iba a desaparecer no se qué día exactamente pero que él lo salvó. «Es su opinión, otra cosa es que no me guste»,

El Málaga no desapareció ni en 2011 ni en 2012. Ni en 2018 con el descenso. Ni en 2020 antes de la intervención. Ni ha desaparecido a fecha 20 de junio de 2023 y eso que estamos en 3ª.

Estamos en 3ª gracias a José María Muñoz, Manolo Gaspar, Martín Aguilar, Ruiz Guerra y toda su prensa que han hecho «todo lo que han podido» (¡pobrecillos!).

La «desaparición» ha sido una losa para la ciudad entera. Ha sido la excusa perfecta para mantener un cortijo infecto lleno de inútiles. Eso sí, con fiestas y comidas por Navidad y todos contentos.

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Me preguntó un amigo por la evolución de la deuda del Málaga y me puse a preparar un cuadro. Como el cuadro aportaba poco pensé en realizar algunas comparaciones. El resultado ha sido el siguiente:

En la parte de arriba tenemos la evolución de la deuda desde 2010 (antes del jeque). Vemos como la deuda sube de golpe hasta los 113 M. en 2011 y luego se mantiene en 94 M. en 2012. En 2013 empieza a bajar.

¿Era mucha deuda entonces? Un indicador generalmente utilizado es comparar la deuda con los ingresos ordinarios (sin traspasos). Este indicador también se utiliza para valorar a los clubs y en operaciones de compra venta. Es, por tanto, un indicador válido.

El resultado lo tenemos en la siguiente fila. A primera vista de observa que 4,3 y 3,0 es muy alto si lo comparamos con el resto de años (en el entorno del 1,0 hasta la llegada del Covid).

¿Y cómo era la deuda del Málaga en comparación con el resto de equipos?

He utilizado dos comparaciones.

En primer lugar, con los datos del Informe Económico del CSD ha calculado la deuda total, los ingresos ordinarios y la relación deuda / ingresos de los equipos de 1ª división.

Vemos como el Málaga, excepto en los años 2011 y 2012 (y 2020) siempre ha estado igual o mejor que la media de los equipos españoles. Es decir, en 2013 ya eramos un equipo «NORMAL». Se pongan nuestros tertulianos como se pongan.

En segundo lugar, ¿era mucha deuda 113 M.? Pues parece que no a la vista de cómo estaban los clubs españoles por aquellos años. Dividiendo la deuda total por 20 equipos nos sale una deuda media de 164 M. en 2011 y 153 M. en 2012. Pero aquí, en Málaga, teníamos que matar a «nuestro» Málaga. Fake news. Posverdad.

¿Y qué pasaba con otros equipos? Pues veamos el ejemplo del Atlético de Madrid. No solo tenía mucha más deuda que el Málaga y que el futbol español sino que además ahora todavía tiene más deuda que entonces (aunque el ratio haya mejorado por el incremento de ingresos). Pero aquí, en Málaga, teníamos que matar a «nuestro» Málaga. Fake news. Posverdad.

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Llevo analizando las cuentas anuales del Málaga desde que es sociedad anónima. Para eso, entre otras cosas, me hice accionista. En el Málaga se metieron 140 millones que el cortijo ha tirado a la basura. Lo único «malo» que nos pasó es que se dejó de meter dinero. Pero se realizaron algunas ventas, los gastos más o menos se ajustaron, y, a partir de ahí, el club estuvo muy por encima de la media del futbol español en cuanto a indicadores económicos. Pero aquí queríamos más. Y, sobre todo, no queríamos al jeque. Había que matar al jeque para que Martín Aguilar fuera presidente, Ruiz Guerra consejero y Manolo Gaspar (nadie en el futbol) director deportivo. Casanova era un catalán al que había que echar también. Veremos a ver lo que hacen estos ahora con Loren.

Volvamos a mirar el cuadro, en 2016 y 2017 teníamos que leer y oír por estas fechas que todo eran problemas y que igual no podíamos ni empezar la liga. El que decía eso lo decía tan convencido porque desde dentro del club se lo garantizaba. Fake news. Posverdad.

A mí pueden seguir llamándome palmero o projeque. Pero nunca trabajaría para un jefe así. Al igual que nunca trabajaría con «consejeros» como los aquí mencionados. Ellos sí son los hombres del jeque. Yo solo soy alguien que pone «al Málaga por encima de la razón».

Quiero terminar con un reconocimiento. Nuestro alcalde (y por lo que conozco de primera mano también Francisco Pomares) son de los pocos que han actuado con educación y con elegancia respecto al club de la ciudad.