miércoles, 4 de mayo de 2016

En el MCF se hacen muy bien las cosas (aunque han conseguido que se piense lo contrario)


Acabo de salir a por un "mandaíllo" y con mi guasap para estar al tanto de la Copa de Campeones de juveniles.

Justo después de clasificarnos para la final (¡LA FINAL!, vamos a ser uno de los 2 mejores equipos de España), entro en la papelería y la persona que me atiende, muy amable, muy malaguista, me empieza a comentar lo que todos leemos en los periódicos y en las radios de forma mayoritaria (hay excepciones, por supuesto que sí): que si el Málaga se ha relajado, que qué pena de año, etc., etc.

¡Es la tercera o cuarta vez esta semana que me cruzo con alguien y me cuenta lo mismo!. Definitivamente, ha calado el mensaje. Estarán contentos los líderes de opinión.

Pues siento discrepar con la mayoría de los líderes de opinión de esta ciudad, tan dependiente de Sevilla en todo, tan autodestructiva, tan mediocre, tan poca cosa en lo institucional como grande en tamaño y oportunidades de negocio y de futuro si tuviéramos los líderes adecuados, desde la política hasta el empresariado.

Para empezar, el gran proyecto del Málaga de 2010 fue torpedeado desde todas las trincheras imaginables. Del Málaga y de proyectos vinculados. Hemos pasado muy malos ratos desde 2010, pero aquí estamos. Yo esos años de "torpedeo" no los olvido. Los disfruté y los sufrí. Y no me olvidaré de quienes estaban al frente de las instituciones (desde futbolísticas hasta políticas).

El 4 de mayo de 2016, hoy,  podemos decir que en el Málaga se hacen las cosas muy bien. Pero que muy bien. Porque si no se hicieran muy bien las cosas nuestro equipo de juveniles no estaría en la Copa de Campeones (los 7 campeones de sus grupos y el mejor segundo). Y el Malagueño no tendría el equipazo que tiene. Y no seríamos octavos en la liga ahora mismo (gracias, entre otras cosas, a los fichajes de invierno).

Y no se pueden hacer las cosas muy bien sin personas responsables de ellas. Por tanto, debe ser mentira eso que todos los días leemos y oímos de que el Málaga es un desastre y que ahí no manda nadie. Que le pregunten a quienes están ustedes pensando si es cierto que aquí no manda nadie.

La verdad, no me cuadra la realidad con lo que me cuentan. ¿Y a ustedes?

Pero no solo tenemos que oír y leer que somos malos, malísimos. Encima nos intentan quitar las ganas de ir a La Rosaleda. Como se nota quien es malaguista y quien no lo es. Un malaguista a lo último que renunciaría es a ir a su estadio.

En fin, a pesar de todo esto que acabo de escribir hay algo bueno, buenísimo. Y es que mucho de lo que he escrito se lo he leído y oído a mis amigos. A esos a los que ni siquiera conozco pero que los siento cercanos gracias al guasap y twitter. Con los que me identifico. Con los que cada día tenemos nuestra particular pelea con los que son del RMD, FCB, ATM y con nuestro "enemigo interior", los que nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino.

Antes de que perdamos la final de juveniles, perdamos en Vigo y el solar nos aceche de nuevo, antes de todo eso, aprovecho el momento y me desahogo.

Sin acritud. Con deportividad. Es solo una modesta opinión de un simple aficionado.