Es triste acabar el año con un titular así pero es que todo tiene un límite («esta es mi opinión, otra cosa es que no te guste»).
Esta entrada está relacionada con la de ayer.
Si el club mete dentro a Ruiz Guerra y todo el mundo calla, ahora todos los demás que no somos prensa, que somos «opinólogos», podemos decir lo que pensamos.
Y, desgraciadamente, le toca el turno a Martín Aguilar.
Está en la directiva del Málaga desde 1992. Se puede decir, por tanto, que ahí ya vivió su primer fracaso: la desaparición del Málaga.
Luego ha vivido momentos buenos, muy buenos (como estar en el sorteo de Champions), malos y muy malos.
Entre los muy malos podemos señalar su presencia en aquel consejo de administración (junto a Ruiz Guerra) que desmanteló al Málaga y lo llevo a concurso de acreedores. Y él callando.
Lo mismo podemos decir de los años del jeque. Era su hombre de confianza y nadie encontrará una defensa ni del jeque ni del Málaga frente a la prensa de los insultos recibidos tanto por «su» jeque como por el propio club. Se podría sospechar, incluso, que él era una de esas fuentes para poder publicar auténticas barbaridades. Esos gritos de ¡presidente, presidente! en el almuerzo con periodistas de esta Navidad es lo más baboso que hemos visto en los últimos años.
Pero si escribo esto hoy es por la ampliación de capital de Fernando Sanz de 2010. Se puede señalar como culpables, aportanto razones para ello, tanto a Sanz como al jeque. Qué sabe nadie, como dice la canción. Pero el único que estaba allí presente, tanto con Sanz como con el jeque, fue Martín Aguilar. Y calló, como siempre.
Y si no se enteró, peor todavía. ¿Lleva desde 1992, 30 años, sin enterarse de nada? Es imposible estar 30 años arriba en una organización y no enterarse de nada. ¡Venga ya!
Como escribía ayer, estamos hablando de unos 800 malaguistas, aproximadamente, que se comprometieron como accionistas con el equipo de su vida. Estamos ante un «problema» de unos 90.000 €, una auténtica ridiculez. Y ahora el Administrador Judicial les dice que fueron prácticamente estafados y que no puede hacer nada. Algo bastante discutible porque ellos tienen sus justificantes de pago, sus títulos, e incluso han acudido a juntas generales de accionistas y les han dejado entrar. ¡Vamos, que son accionistas!
Durante todos los años del jeque el Málaga ha seguido entregando títulos de accionista a quién lo ha solicitado. Engañando a esos malaguistas ilusionados por ser accionistas del Málaga. Y Martín Aguilar callado.
Por cierto, tambien callados en este asunto todos los periodistas que compraron acciones en 2010. Les han robado en su cara y no dicen ni mú.
Nadie duda del amor al club de Martín Aguilar, de su malaguismo y de los servicios prestados. En lo personal, el máximo respeto. Pero en cuanto a su labor «profesional» me he callado hasta ahora mis opiniones porque, al fin y al cabo, no voy a decir nada que piense que pueda perjudicar al club. Y como yo muchos otros malaguistas. Nunca ha sido críticado públcamente. Pero todo tiene un límite. Ahí sigue callado pero permanentemente en las fotos Martin Aguilar. ¡Presidente, presidente!
Martín Aguilar, Ruiz Guerra y Manolo Gaspar. No veas el equipo del que se rodea el Administrador Judicial. Y encima saca pecho. ¡Cortijo!
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