jueves, 28 de enero de 2016

La Gran Apuesta explicada a mis amigos



La Gran Apuesta está levantando pasiones entre los economistas y los aficionados al cine, aunque estos últimos reconozcan que muchas cosas no las entienden. 

Como ni unos ni otros vamos al cine solos, creo que puede venir bien intentar explicar un poco la jerga financiera que contiene la película. Es lo que tuve que hacer con mi mujer y estoy haciendo con mis amigos, a los que recomiendo la película porque además de entretenida es muy instructiva y se aprenden varias lecciones del pasado reciente en general e incluso de la actualidad española en particular. Aunque la acción transcurre en Estados Unidos entre 2005 y 2007. 

Christian Bale es el protagonista de la historia. Es el gestor de un fondo de inversiones. No voy a explicar aquí que es un fondo de inversión. Esto ya deben conocerlo. Es casi lo primero que le intentan vender en su banco cuando tiene algún ahorrillo. 

Los bancos vendían (y venden) a los inversores particulares  (usted y yo) e “institucionales” (fondos de inversión, por ejemplo) productos financieros procedentes de “titulizaciones”. 

¿Qué son “titulizaciones”? Para explicarlo antes tenemos que entender antes que hacen los bancos. 

Los bancos, con el dinero de sus clientes (o con dinero que los bancos piden prestado), se dedican, entre otras cosas, a conceder hipotecas a quienes necesitan comprar una casa. Ojo, a quienes “necesitan” una casa pero también tienen un sueldo para pagar el préstamo hipotecario. Pues bien, llega un momento en que los bancos, con la garantía-seguridad que da saber que las hipotecas se pagan porque nadie quiere perder su casa, “empaqueta” estas hipotecas y las vende-ofrece a inversiores. Los inversores obtienen una rentabilidad y piensan que su dinero está seguro porque su cobro proviene de la gente que está pagando su hipoteca. Esto, más o menos, es la titulización. 

La burbuja hipotecaria afectó a Estados Unidos y también a España (no sé si el verbo en pasado es correcto). En la película se ve perfectamente el interés de todas las partes para que fuera un negocio sin fin. Los constructores-promotores construyendo, los ayuntamientos y políticos cobrando impuestos (¿y algo más?), los bancos dando hipotecas porque es su negocio, las personas comprando casas porque era un bien cada vez más caro y que nunca iba a perder valor, los bancos “titulizando” para obtener más dinero para poder seguir dando más hipotecas, los inversores encantados con comprar activos “titulizados”, etc. etc. ¡Vamos, lo que se llama una burbuja! 

Volviendo a la película, estos activos financieros titulizados (titulización) son los CDO (Collateralized Debt Obligation). 

En 2005, el protagonista de la película, Christian Bale, como tantos y tantos otros con sentido común, se da cuenta de que tanto crecimiento desproporcionado e irracional en los sectores inmobiliario y financiero no podía tener una base sólida. Al fin y al cabo, los compradores de casas son un número limitado de personas y además con una capacidad limitada de comprar casas (no todo el mundo puede comprarse un chalet; ni todo el mundo puede comprarse una vivienda de 2 habitaciones por 300.000 euros) 

A partir de esta realidad, Christian Bale acude a los grandes bancos de inversión para que le diseñen un producto a medida. Una mezcla de “producto financiero-apuesta-seguro” por el cual, a cambio de una prima (de ahí el parecido con el seguro) si el activo financiero (CDO) pierde su valor por debajo de un determinado nivel (parecido con la apuesta) recibe mucho dinero a cambio. Esto viene a ser el CDS (Credit Default Swap) que pide Christian Bale. 

La primera reunión, en Goldman Sach, es fantástica. Primero, la banca no piensa que los CDO vayan a perder valor. Por esta razón no tienen diseñado el producto que demanda Bale. Porque es un producto que nadie querría comprar porque nadie podría pensar que el mercado hipotecario se paralizara. Pero lo mejor viene después. Los banqueros se carcajean en la cara de Bale cuando éste les pide garantías de que va a cobrar si se produce el crack. Y es que Bale piensa que ni siquiera los grandes bancos tendrán dinero para pagarle si se produce lo que él predice. (En 2008 quebró Lehman Brothers). 

Con estas ideas básicas creo que se puede entender mejor lo que pasa en la película. Luego van llegando otros personajes. Pero si sigo por ahí les cuento la película entera y no es mi intención. 

¡Vayan a verla! 

Y luego piensen en España, en algunas de nuestras cajas y bancos, nuestros ayuntamientos, nuestros constructores, nuestros políticos, el papel de nuestra prensa y televisión, en las elecciones de 2008, en las de 2011, en las de 2015, en fin, piensen en el país en que vivimos.