sábado, 23 de octubre de 2021

¿Puede el control económico impedir decisiones equivocadas?

Una de las funciones principales del Banco Central Europeo y Banco de España es la supervisión del sistema bancario.

Su objetivo es evitar crisis bancarias porque ellas acaban afectando al conjunto de la sociedad y ciudadanos (desde depositantes y prestatarios hasta otros bancos por un posible efecto contagio). Sencillamente, no nos podemos imaginar un mundo sin bancos.

En este enlace a la página web del Banco de España:

https://www.bde.es/bde/es/areas/supervision/funcion/objetivos_basico/Objetivos_basicos.html

se describen los objetivos básicos de la supervisión bancaria y, más abajo, se reconocen los límites de la supervisión.

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Desde 2013 funciona un control económico en la liga española, perfeccionado cada año, que se visibiliza un par de veces cada año en los límites salariales.

En una entrevista a 2PlayBook este verano, Amadeo Salvo, presidente de la U.D. Ibiza, dice: «un tema interesante es que los clubes tenemos mayor control económico que muchas empresas cotizadas».

Se ha podido leer estos días que el control económico de la liga es un fracaso y que la demostración de ello es la situación de grave crisis económica del F.C. Barcelona.

Creo que al control económico de la liga se le puede aplicar los mismos límites que a la supervisión bancaria. En especial el relativo a la gestión y administración de las entidades. Son los administradores y gestores los responsables de la marcha del club, de sus éxitos y de sus fracasos, el control económico puede realizar los análisis y comprobaciones que considere necesarios para obtener un conocimiento razonable de la situación de cada club, pero ni puede (ni debe) realizar una revisión exhaustiva de todas las operaciones realizadas por la entidad.

A esto habría que añadir las mismas reflexiones que el Banco de España sobre el papel de la auditorías externa e interna y la necesidad de un control interno que asegure la aplicación correcta de la normas y procedimientos establecidos para el buen funcionamiento del club.

En resumen, que a pesar de todos los controles existentes ninguna empresa está a salvo de ser «victima» de un mal gestor, se llame Banco Popular o FC Barcelona.