martes, 9 de agosto de 2016

Seamos sinceros: somos pupulistas, no europeos


Creo que cada uno tendrá su propia definición de populismo, para mí es apelar a los sentimientos más nobles de la gente para mantenerse o alcanzar el poder, ocultando la realidad y/o prometiendo lo que se sabe que no se puede cumplir. Tan populista es hacer un discurso de que todo será gratis como aumentar la deuda pública hasta los niveles actuales.

Voy a hacer algunas cálculos para poder llegar a la conclusión que da titulo a esta entrada.

Para ello vamos a comparar España y Andalucía con Alemania (como país central de Europa) y Suecia (como casi "mítico")


1. Presión fiscal

Todos los partidos nos quieren subir los impuestos porque dicen que nuestra presión fiscal (34,4%) es inferior a la media europea (40%).

La presión fiscal es la cantidad de impuestos que recauda el Estado y se mide en % sobre el PIB (Producto Interior Bruto)

En el cuadro preparado están los datos en la primera fila y se comprueba que es así.


2. Esfuerzo fiscal

Es un concepto complementario al de presión fiscal que, casualmente, nunca nos muestran.

En resumen, no es lo mismo pagar un 40% de impuestos ganando un sueldo de 2.609 € (como en Alemania) que pagar un 34% de impuestos sobre un sueldo de 1.634 € (como en España). 

Y aunque nos digan que en España se pagan menos impuestos que en Alemania, lo cierto es que al alemán se quedan 1.578 € para gastar mientras que al español le quedan 1.072 €. Y si vives en Andalucía, todavía menos.

Restemos al español lo que paga de hipoteca, agua (si eres andaluz, con su correspondiente canon autonómico), luz, gasolina, etc. y seguramente se verán reflejados en el cuadro: "tiesos" y enfadados porque, incluso con un buen trabajo, no podemos atender otras necesidades familiares.


3. Financiación del estado de bienestar

Creo que la última fila nos permite entender mejor lo que nos pasa.

Eso que los políticos nos venden como "estado de bienestar" (lo pongo en minúscula para no confundir con el Estado de Bienestar de otros países) se basa en que los ciudadanos que trabajan financian con sus impuestos servicios básicos como educación y sanidad y también pensiones, ayudas al desempleo, etc.

Si todo el mundo trabaja, el dinero de los impuestos se puede destinar a esos servicios públicos. Pero si resulta que una gran parte de la población no trabaja, el coste de esos servicios y prestaciones se tiene que repartir entre menos personas. Y además parte del dinero no puede ir a educación y sanidad, por ejemplo, porque hay otras necesidades urgentes que atender.

(No estoy mencionando otros costes del Estado, como las inversiones públicas, seguridad interior y defensa nacional, mantenimiento de la Administración, con sus 17 autonomías en el caso español, etc.).

En la última fila se puede ver como en España solo el 56% de la población entre 15 y 64 años está ocupada. Mientras que en Alemania o Suecia son el 74-75% las personas ocupadas.




Como conclusiones después ver estos ver estos datos y compararlos entre si se me ocurren las siguientes:

- Es imposible mantener un nivel adecuado de servicios públicos básicos cuando sólo el 56% de la población en edad de trabajar lo hace. Un estado de bienestar requiere que sea financiado por casi toda la población trabajando. Trabajamos todos para que todos vivamos en un país seguro y confortable.

- La demostración de que vamos cuesta abajo y sin frenos es que en los últimos años los políticos solo han mirado por sí mismos y han permitido unos niveles irresponsables de déficits públicos con sus correspondiente traslados a deuda publica. (El déficit público se cubre con deuda pública).

- La alternativa a los discursos populistas han sido políticas populistas que sólo han generado cantidades ingentes de personas adultas desempleadas y estudiantes obligados a emigrar porque aquí no tienen futuro.

- Si desempleados y estudiantes son víctimas del régimen, igualmente lo son los pocos que van quedando con empleo. Porque se quedan sin la mitad de un sueldo pequeño y ya no pueden defenderse frente a la mala calidad (cada día peor) de servicios básicos como educación o sanidad. Creo que aquí está la clave del malestar generalizado que se palpa en la calle. Todos nos sentimos mal: el que trabaja y el que no trabaja.

- Y todo esto, que lo vivimos y sufrimos cada día, lo tenemos que soportar con unas televisiones, radios y periódicos que son utilizados por los políticos y sus entornos para decirnos el maravilloso país en el que vivimos y los pocos impuestos que pagamos gracias a ellos. Nadie duda de que España es un país maravilloso, pero está en manos de unos aprovechados y los que están en la puerta pegando para entrar no son mejores.