jueves, 26 de octubre de 2017

Arraijanal, ¿la Tierra Prometida?



Hace bastantes meses que estaba esperando a escribir una entrada sobre la Academia. Me hacía ilusión preparar una especie de resumen con los principales hitos desde que se empezó a hablar de ella en 2010, entonces en España no había “academias”, hasta el inicio de las obras.

Sin embargo, el Málaga que yo tenía en la cabeza, el que me ilusionaba, ha muerto. Se ha ido detrás de Manel Casanova. Hemos vuelto al C.D. Málaga, el que acabó desapareciendo porque en lo futbolístico somos así de autodestructivos, de reventaores, de catetos, de envidiosos, de inútiles…

Después de 40 años cruzando el desierto, Moisés no alcanzó a ver la Tierra Prometida.

Como siempre, el gran @Pachi Idigoras capta como nadie la sensibilidad de los mejores malaguistas:

 


Esta viñeta es de mayo, cuando por fin parecía que se había acabado todo. Manel Casanova era nuestro Moisés. Por desgracia, lo peor estaba por llegar. 

Tampoco el pueblo judío que salió de Egipto vio la Tierra Prometida. La vieron sus hijos. Los que salieron también fueron castigados por Dios por enfrentarse a Moisés, que los sacó de Egipto y “los metió en el desierto”.

Han pasado más de dos meses desde su fallecimiento y ahora me doy cuenta de que los malaguistas más mayores tampoco veremos la Tierra Prometida.

Los pecados de nuestras élites, que no han sido capaces de aceptar una nueva (e infinitamente mejor) realidad, nos condenan a todos. Tampoco nosotros (como el pueblo judío que salió de Egipto) veremos la Tierra Prometida. Arraijanal seguirá siendo el solar de El Cónsul pero pegado a un centro comercial. Arraijanal será el solar anunciado por @skeletoracb. Qué pena.

Cuánta razón tiene @dudacrack:

 



No nos merecemos estar en Primera División. Las cosas hay que trabajarlas. Y aquí queremos que nos lo regalen todo (“invertir” lo llaman los listos). 

Salvo honrosas excepciones, el equipo de la ciudad les importa un comino a los que mandan y a los que quieren mandar, a los que crean opinión y a los que la reciben. 20.000 somos nadie frente a un mundo global, ya no estamos hablando solo de Málaga. 

Ahora han empezado con el paripé de la preocupación. Seguirán engañando a casi todos, porque en el fondo están contentos: lo han conseguido…






Ah! Se me olvidaba! A la vista de los antecedentes expuestos más arriba, ningún inversor serio invertirá en el Málaga, en la futbolísticamente cutre ciudad de Málaga. Como el propietario tiene toda la pinta de no querer vender, pues nada, señores listillos, esto es lo que hay.